martes, 12 de marzo de 2013

Joyeux Anniversaire!


Hoy se cumple otro año más de vida de mi pequeño. Decidí tomarme un momento (que se convirtió en poco más de una hora) para releer algunas de mis entradas antiguas. Fue sorprendente todo lo que redescubrí de mí misma, de mis vivencias, mis miedos, mis amores, mis olvidos...

Tener un blog como éste es casi como tener un diario en el cual expones tus sentimientos más profundos sin miedo a ser juzgado, y con la esperanza de que alguien más que se sienta igual pueda salir también adelante y mantenga su esperanza.

Gracias a todos mis lectores, continuos o incidentales, pues al final del día lo que importa es compartir palabras que reflejan sueños e ilusiones universales. Los dejo con un blog renovado que estrena nuevas secciones. Espero sean de su interés y que sigamos fluyendo juntos en las corrientes cristalinas del universo.

Un abrazo,

lunes, 11 de marzo de 2013

Witernee


Sí, hasta ahora me había limitado a escribir fragmentos que llegaban a mí de las voces de mi ser; intentos de poemas, frases y pensamientos que brotaban en un momento de intensos sentimientos, torbellinos de problemas, frágiles estados de paz, amores fugaces... Pero quiero abrir un espacio en este mundo que he creado para hablar de mi ópera prima, aquella pasión que ocupa mi alma, mente y corazón: mi universo.

Mi universo es mágico y cambiante. Está lleno de todo tipo de seres libres, con luz y oscuridad en su interior, con sueños e ilusiones... Todos ellos viven y conviven en un mundo que he creado durante años y que cada día, cada minuto, se ve enriquecido por nuevas palabras, vivencias, imágenes, sonidos, aromas, instantes, personas...

En este mar-playa-bosque-montaña-lago-etc. todo es posible porque todo se reduce a lo fundamental: fe y confianza en uno mismo. De aquí soy yo, de ahí nacen todas las ideas, y de ahí surgió un submundo (si le podemos llamar así) que he nombrado como Witernee. ¿Qué es Witernee? Bueno, para eso tendrían que leer la saga de libros que escribí al respecto: Ikmorte; pero aún no la he publicado. ¿Por qué? Por los mismos miedos y sombras que atormentan a tantos de nosotros, impidiéndonos arriesgarnos y dar un paso más allá del límite del camino.

Mas todo va a cambiar: he tomado la decisión de enfrentarme a los monstruos a muerte y luchar por lo que más amo: mis libros. Haré hasta lo imposible porque vean la luz, permitiendo que este universo llegue a ti y, con un poco de suerte, te deje algo, al tiempo que se enriquece más con tu presencia.

Sólo adelantaré algo: Witernee es una hacienda ubicada en los montes y valles del bajío mexicano. Esta hermosa hacienda -ahora de paredes blancas- conserva algo mágico en su interior. Está rodeada por bellos y extensos bosques, verdes praderas, ríos y lagos bordeados por jacarandas y sauces llorones, y un cielo siempre turquesa y radiante.

Espero pronto poder hablar de este universo con muchos de ustedes. Mientras tanto, les dejo una de las primeras imágenes que me inspiró en mi búsqueda por estas antiguas construcciones: las haciendas.

Un abrazo,

Colibríes


Aleteos suaves que tranquilizan mi mente, suspiros de vidas pasadas que recrean mi presente. Un camino de luz silenciosa que guía mi alma entre las altas sombras de torres y escaleras y personas y animales y garras y monstruos y sonrisas macabras. Sí, veo las burbujas flotando sin orden ni control en mi vaso de agua y me pregunto si el cristal será capaz de conservarlas por siempre en esa cárcel de vidriosa transparencia que enturbia mi mente. Ser o no ser, he ahí la cuestión, es la voz que se levanta entre las tumbas esmeraldas donde duermen mis antepasados con sus cuellos de encaje y ridículos brocados que recuerdan las épocas de los caballos blancos muy blancos. Espíritu de ser y niebla, maestro susurrante que calla secretos inmortales, ven y apodérate de mi alma que navega en un mar de idas y venidas, ahogándose entre flores de lilas y rosas terminaciones. Oh, tú, que me lees y escuchas, ¿acaso entiendes mi llamado? Tiempos fuertes han llegado con bombas plásticas e imágenes encriptadas, dime tú, dime, ¿cómo es que vuelan tanto los colibríes?