Quisiera haber resurgido de entre mis cenizas como tú me enseñaste, pero ya vez, soy demasiado débil. Ahora nado entre los pensamientos de las demás personas y me preocupo por no ser tragada en una bocanada de aire. Cuando más lento comienza a ser el tiempo, es cuando me doy tiempo para correr a tus brazos y gritarte “Te amo”, pero tu sigues igual de sordo que el día en que nos conocimos. Aún no comprendes que tú has sido mi salvación del mundo real y mi perdición en el infiero de lo imaginario, pues en ninguno de los dos mundos existes completamente. Ya hora, mientras observo pasar los pétalos de rosa que marcan el fin de la existencia me pregunto: ¿qué habría sido de nosotros si hubiera seguido dormida un par de segundos más?
Montse
5 comentarios:
Y esa respuesta nunca la tendrás. Abrazos.
Habrías soñado con algo irreal, esa es la respuesta
hola misifusa. siempre cortandote las venas. tu me dices cuando hacemos la sesion de galletas de animalitos
Suave, suave, suave. Me fascinas
Sueños e Ilusiones dijo...
Pues razón suficiente para dar mis cabalgos por estos rumbos suyos...
¿me permite quedarme Damisela?.
Afectos... nuevos.
Estaré.
HdQ
Publicar un comentario