martes, 13 de febrero de 2007



Se derrumbó otro de mis mundos. Como cada vez que cierro un ciclo, siento un gran dolor recorriendo mi alma y veo la sangre escurriendo por mis manos. Estrangulé aquel planeta de amores imposibles. Le corté las venas con las navajas de la resignación y la esperanza. Ahora lloro frías gotas de lluvia, tratando de hacerme entrar en razón y recordándome día y noche que fue lo mejor para los dos. Mis pequeños obreros invisibles esperan instrucciones. No saben si les pediré construir un mundo nuevo o restaurar aquel que he hundido en el caos de mis sentimientos. Aún no consigo entender muchas cosas y le sigo dando vueltas a mis pensamientos neuronales que se conectan con mi triste y roto corazón. ¿Acaso es tan difícil el amor? ¿Será que no nací para encontrarlo, sino para desearlo intensa y pasionalmente noche tras noche? Debo resignarme a beber tragos de hiel para sentirme viva y recobrar fuerzas. Sólo haciendo mi corazón de piedra podré aguantar todos los dolores y sufrimientos de este cruel mundo. El viernes me di cuenta de muchas cosas y las pesadillas que más temía se volvieron realidad. Este fin de semana caí en lo más profundo de mi bache de problemas. Toqué el fondo de mármol grisáceo y se congelaron mis manos justo cuando pensaba en tomar la rosa del perdón. Ahora que he visto la luz pienso construir un puente para alcanzarla. Tal vez esta vez el destino me depare alo diferente. Algo por lo que no tenga que llorar. Algo que sí pueda tocar y que sea mío, sólo mío. Ah, tristes murciélagos de alas de fuego… Ojalá algún día consiga eliminar hasta la última partícula de mi mundo destruido, porque mientras siga viendo los vestigios de lo que fue, temo que la tentación de reconstruirlo estará presente.

Mon :)

4 comentarios:

Caiguar dijo...

sonríe o disfruta las cortadas de la vida mientras aprendes. pero aprende y aprehende

Anónimo dijo...

no, no dejes que se derrumben tus mundos, refuerzalos y recostruyelos que no peirdes nada

Anónimo dijo...

deja que el universo entero se venga abajo, así podrás levantarte con gran fortaleza y derrotar a los demás que traten de hundirte

Anónimo dijo...

todo en la vida tiene un ciclo mon: nace, crece, se reproduce y muere. tus mundos hacen lo mismo y es necesario q los dejes ir y no trates de reconstruirlos