Hadas...

A veces quisiera ser un hada. Son tan pequeñas y diminutas que casi nadie las alcanza a ver. Pueden pasar desapercibidas gran parte de su vida, y sin rendir cuentas a nadie, van de un lado para otro, libres.
A veces quisiera tener alas para huir de este mundo por un par de días. Las personas son más asfixiantes de lo que se dan cuenta.
Quisiera no tener sentimientos para no salir lastimada por estupideces mías, para que no me importara lo que opinan las demás personas. Así, si me contestaran mal o si me ignoraran, me podría valer un comino y podría darme la media vuelta y volar, volar muy lejos sin mirar nunca hacia atrás.
Si fuera un hada podría vivir sola y aislada del mundo. Sólo vendría a visitar a aquellas personas que me interesan y que quiero. Pero no tendría que soportarlas diario, sonriendo y fingiendo que sus problemas siempre son más importantes que los míos.
De hecho, si fuera hada, no tendría problemas, pues no conviviría con humanos. Sí, todos mis problemas vienen por los humanos. Por las cosas que me han enseñado, por los conflictos que han metido en mi cabeza, porque sólo trasmiten imágenes de violencia y gritan a mis oídos palabras obscenas que me hacen desear morir de una vez para todas.
Si fuera un hada trataría de volar hacia el cielo. No me importaría el arduo calor del Sol ni la incapacidad de respirar. Sólo volaría más y más alto. Hasta llegar a él. Y le pediría que me hiciera humana y que me abrazara con todas sus fuerzas, que me diera un beso y me dijera que todo va a estar bien.
Tal vez, después de verlo, desearía ser humana de nuevo y volvería a intentar luchar por el mundo, recuperaría mis fuerzas y haría mi mejor esfuerzo por sobrevivir.
Pero ahora quiero ser un hada.
Quiero volar.
Volar…
Mon :)